Cuando se habla de autoindagación, las personas suelen quedarse en las nubes, sin saber que ésta puede ser una gran herramientas que te ayudará a ver el mundo de forma distinta. Cuando se habla de autoindagación, nos referimos a una forma de conocernos mucho mejor, vernos desde dentro. En las siguientes líneas aprenderemos realmente de qué va este movimiento y cómo podemos llevarlo a cabo. 

Deja de irritarte

Imagina que estás viendo la televisión, de la nada aparece una noticia y comienzas a sentirte muy irritado y molesto. En este momento tienes dos opciones, creer que la molestia viene de la tv, o que está dentro de ti, en un nivel muy profundo, que hace que esa noticia que viste te esté afectando emocionalmente. 

En este punto es conveniente señalar la gran diferencia entre el yo pensante, que es esa voz que se escucha dentro de nosotros, esa que juzga, que opina y que está muy relacionada con muchas cosas. Ese yo observador que es más que lo que ves, es un yo pensante. Muchas veces lo que viene de esa voz es lo que más nos molesta y nos duele.

Cuando auto indagamos y vemos que es lo que está pasando dentro de nosotros, podemos comprender realmente que muchas cosas pueden funcionar como espejo. Debemos cuestionarnos la percepción de lo que vemos y relacionarlo con nuestra verdad. Para comenzar la autoindagación, es esencial dejar de justificar lo que sucede fuera, y gestionar lo que sucede dentro. Debemos pasar a un enfoque dual, donde se puede comenzar a escuchar el mensaje que trata de transmitirnos nuestro cuerpo. 

Autoindagar es como bucear dentro del mar de nuestras emociones, recuerdos y pensamientos, es entender la información que brota de nuestra alma, de nuestra vida, ver todos nuestros recuerdos, saberlos interpretar, descubrir que nos transmiten nuestras memorias familiares, encontrar recuerdos que creíamos olvidados, es conocer los sucesos que nos ocurren, aprender de nuestra historia, es conocernos como se conoce a un gran amigo, es relacionarnos con lo que nos pasa y porque nos pasa, es aprender de nuestro propio comportamiento, es conocer nuestro inconsciente colectivo, es ir más allá de la familia, hablar de la sociedad.

Equilibrio

La autoindagación nos abre paso a encontrar nuestro equilibrio interno, nos invita a tomar conciencia a experimentar y a vivir lo perfecto. Cuando decidimos experimentar nuestra verdad podemos ponerlo todo en orden. Ver en perspectiva la realidad sin posicionarnos o encerrarnos, este es un gran paso para aprender, para evaluarnos de forma consciente, y evitar cosas que no son convenientes para nosotros.

Podemos detectar cuando una situación nos está afectando de más y es en ese momento cuando nos damos cuenta que hay algo dentro de nosotros que no está bien con respecto a esto. A veces nos comportamos de cierta forma ante una situación normal y esto claramente indica que algo no va bien, que debemos asumirlo como propio y empezar la autoindagación para conocer nuestra historia y ver en qué parte resuena tanto esto.

Cuando nos cuestionamos algo, permitimos desarrollar una mirada más adentro buscando la comprensión de nuestro mundo. Nos aleja del juicio, de las interpretaciones y nos acerca a un nuevo mundo, a uno ideal, viéndolo todo de una forma consciente, pero a la vez inocente, que nos permite observar las polaridades de los fenómenos que ocurren en nuestra vida. En nuestra mente somos como la naturaleza y sufrimos cambios, lo único es que nosotros podemos saber cómo esos cambios nos afectan o no y cómo podemos lograr el equilibrio. 

Dejar un comentario