No nos vamos a mentir, todos hemos experimentado la soledad, todos en algún momento nos hemos sentido solos, sin nadie que esté ahí para decirnos nada, el silencio invade cada rincón de nuestro ser, muchas veces esto es malo, pero otras es la oportunidad para un certero encuentro con nosotros mismos, alguna vez te has preguntado ¿cómo podemos combatir este sentimiento?
El concepto de soledad siempre ha sido el centro de muchos debates a lo largo de la historia, las nuevas tecnologías hacen que podamos comprender más a fondo este estadio. Si de algo no se habla mucho es que la soledad produce efectos fuertes a nivel fisiológico, que están muy ligados con él. Según investigaciones la soledad puede afectar la expresión genética.
Durante el desarrollo de dicha investigación se tomaron 230 sujetos de muestra que se dividieron en dos grupos, 115 personas manifestaban sentirse solos y 115 manifestaron tener apoyo social, se buscaba un equilibrio entre las partes para conseguir un resultado real. Los resultados fueron muy drásticos, a nivel genético había una diferencia de 200 genes, que estaban relacionados directamente con la producción de anticuerpos y las relaciones antivíricas. El grupo que sentía soledad presentaba una llamativa cantidad menor de actividad en los genes, a diferencia del grupo que indicaba sentirse en paz y tranquilidad.
La conclusión del estudio es que cuando nos sentimos solos tendemos a enfermarnos más y no solo esto se tiene más dificultad para conseguir la recuperación. La percepción de soledad cambia según el paciente, esta es una realidad, la soledad no es determinada por el número de personas con los que se habla a diario, ni con la edad. La soledad es algo más interno, se dice que el concepto real de soledad es:
La percepción Hostil del entorno, es un decisión inconsciente que hace que vivas desconectado emocionalmente de lo que te rodea
Esta nueva definición de soledad ha generado una gran cantidad de dimes y diretes, incluso algunos dicen que este es un concepto de “Soledad Compartida”, de esta forma se puede tener la certeza que la soledad no es la falta de personas en presencia física, sino la incapacidad que se tiene de conectarse con otro ser humano.
Es un conflicto que puede sucederle de igual forma a un ermitaño, aislado del mundo, como alguien que vive y trabaja en una gran ciudad rodeada de un montón de personas. Suena paradójico, pero mientras más rodeados estamos de gente, es más fácil que nos sintamos solos, muchas veces podemos sentirnos incluso más solos al estar con mucha gente porque no sabemos cómo conectarnos y sentimos que algo está muy mal con nosotros. No tenemos la capacidad para conectarnos con nosotros mismos, con nuestros sueños y necesidades.
Sentirnos separados de los demás nos refleja la soledad, hace que nos abandonemos a nosotros mismos y que vivamos un en un mundo imaginario, como viejos ermitaños. Nuestra vida toma el sentido que queremos darle cuando nos permitimos aceptar que podemos cambiar nuestra realidad.
Como conclusión se tiene que la soledad puede ser realmente una oportunidad para conectarnos con nosotros mismos y aprender a respetarnos y conectarnos con nuestra esencia, a tener relaciones sanas, constructivas siempre desde el amor. Necesitamos mirar desde adentro para reconocer lo que en realidad somos, para darnos cuenta que estar solos es una elección y saber si queremos estar así o deseamos abrirnos a algo más.
No hay otra verdadera soledad que la soledad interior
Thomas Merton