Dar respuestas positivas de manera automatizadas se ha convertido desde siempre en un estado repetitivo para muchas personas, incluso ante determinadas situaciones que en condiciones normales producen tristeza o deberían alterarnos, tomándolo como si no tuvieran algún efecto en nosotros.   

Pero esta situación incluso ha sido generada por el inconsciente colectivo al traer a colación la frase: al mal tiempo, buena cara. pero haciendo un desglose de ello, realmente ¿obtenemos un beneficio de ello? ¿es lo correcto decir algo cuando sentimos otra cosa?

¿Qué es el mal tiempo?

Las investigaciones y estudios nos encaminan a entender que esto tiene origen en un estado de resistencia al momento de tener que expresarnos e incomodar a los demás con nuestras emociones, o simplemente para evitar un juicio externo. Además a ello podríamos sumarle a que en diversas culturas no está bien visto mostrarse vulnerable, sensible o débil mostrando lo que sentimos. 

Las necesidades más elementales dejan de ser atendidas al no escuchar sus peticiones que son basadas en nuestras necesidades biológicas más esenciales, obligándonos a transitar una vida incongruente tomando distancia de nuestro animal biológico y de nuestro niño. 

Al ser pequeños y tener algún tipo de necesidad, esta es simplemente expresada a través del llanto sin tener en cuenta el entorno pues desea comunicar lo que siente a través de lo que tiene, sus recursos, son detenerse a negarse porque su mamá esté ocupada. Pero si decidimos tener buena cara aunque haya mal tiempo, comenzamos a pensar sobre lo que sentimos, y en realidad dejamos de sentir. 

El medio en que nos encontramos, nos ofrece una educación donde lo correcto es que las emociones no afloren ni siquiera para nosotros, incluso hemos llegado a no saber definir ni lo que sentimos. Muy por el contrario, si encontramos justificaciones por las que no debemos permitirnos sentir eso o aquello y mantener a las emociones alejadas. 

Lo correcto es ser honestos al menos con nosotros, y expresar cada emoción cuando ésta se presente y en la intensidad que se requiera, es decir, si se está triste que sea tristeza en realidad, o bien, si es rabia, que está sea expresada como debe ser. Lo importante es que al momento de sentir, lo reconozcamos dándonos el permiso de expresarlo siendo honestos y coherentes. El éxito radica en sentir el presente de manera libre y sin juicios. En el momento en que aceptamos nuestras emociones, ya los demás no serán responsables de ello, y de esta manera encontramos el momento inicial de determinada emoción. 

Bioneuroemoción y mal tiempo

La propuesta de la Bioneuroemoción es que al momento de llegar ese mal tiempo, nos abramos al derecho de sentirnos enojados, alegres, tristes para saber exactamente a qué estamos respondiendo y de brindarnos la oportunidad de descubrir lo que nos lleva a vivir esa emoción. 

Dar una mirada interna nos conduce al autoconocimiento para retomar y asumir nuestras sensaciones generándonos auto-comprensión y deslastrarnos de esos estados negativos para erradicarlos de nuestro lenguaje, no quiere decir ello que deban ser ignorados pues sólo sería ignorarnos a nosotros mismos. 

Nuestra salud física y mental se ve beneficiada  cuando nos permitimos sentir siendo auténticos con nosotros y por ende, con los que nos rodean. Al momento de hacer conexión con ese yo simple podemos distinguir que nacimos para ser y recuperamos nuestra coherencia dándonos tiempo y espacio.

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